Ante una situación como la del 2020, Code Studio pone en valor la importancia de diseñar un hogar que te ayude a sentirte cómodo y optimista
Puede que uno mismo se vea identificado, ahora más que nunca, con el texto que Plataforma Arquitectura publicó hace un par de días a colación de la experiencia del confinamiento: “Si te molesta un estilo de música o te aburre el teatro, siempre puedes evitarlos. La arquitectura, sin embargo, es diferente. Un proyecto mal pensado afectará a la vida de muchas personas de manera constante. Y en los espacios interiores, este efecto se amplifica aún más”, consideraba el portal online. “La humanidad pasa cada vez más tiempo en el interior, que impacta directamente en nuestro bienestar y salud”.
Sin duda, esto es justo lo que el planeta está experimentando, en primera persona, durante las últimas semanas. Y la conclusión cada vez va siendo más clara: para las buenas épocas, pero sobre todo para las malas rachas, necesitamos contar con un espacio que sirva de refugio. Y que se ajuste a nuestras necesidades del día a día, sin pasar por alto las horas de ocio, descanso y desconexión. Una serie de factores que vienen determinados por el confort: algo que para los redactores de Plataforma Arquitectura se consigue, y en Code Studio lo suscribimos, a través de la ergonomía.
De hecho, antes de empezar cualquier reforma, a nuestros clientes les preguntamos cómo viven de lunes a domingo y cuáles son sus peculiaridades, porque con las respuestas planificamos un proyecto de interiorismo que encaje al milímetro. Lo hacemos partiendo de la distribución de las estancias (y atendiendo a la iluminación natural), pero también confeccionando un mobiliario personalizado. Desde mesas y sillas diseñadas en base a la estatura de quienes las usarán (una postura adecuada es sinónimo de relax al final del día), baños estructurados según los hábitos de las familias o, por ejemplo, cocinas que permiten sentarse a comer si esa costumbre, dentro de esa estancia, está arraigada entre los propietarios de la vivienda.
En el equipo de Code Studio, la consultoría también nos ayuda a conocer ciertos aspectos psicológicos del cliente, más allá de la rutina. ¿En qué tipología de casa está acostumbrado a vivir la familia? ¿Dónde se han criado? ¿Qué escenarios suelen escoger para sus vacaciones? ¿Son más de campo, ciudad o playa? ¿Aceptarían tener una mascota si algún día surge la opción/necesidad? ¿Cuáles son los hobbies a los que, durante años, siempre han acudido? ¿Qué previsión de futuro tienen? O, por el contrario, ¿les interesa de verdad hacer planes a largo plazo?
Atender a estos detalles se traduce en pequeñas decisiones como la altura de los techos, el revestimiento de los suelos y paredes (en relación a los materiales y texturas), la gama cromática que impregnará cada estancia, o incluso la tipología de plantas naturales que, en caso de requerirlas, se pueden instalar a lo largo de la vivienda, tanto dentro como en las áreas exteriores. A lo que se le suma otra pregunta recurrente en los apartamentos pequeños de las grandes ciudades: ¿vale la pena cerrar un balcón y eliminar la única zona al aire libre en pro de más metros cuadrados?
Nosotros siempre lo hemos creído así: reformular todo tipo de cuestiones personales, por muy superfluas que parezcan, y trabajar con ellas, influirá positivamente en la percepción visual de nuestro espacio. Por eso, desde Code Studio queremos daros una buena noticia en esta época complicada: cuando el confinamiento pase, todos volveremos a disfrutar de las calles habiendo aprendido qué es lo que no funciona dentro de casa. Y, sin duda, entender los errores ya es un grandísimo paso, al menos, para no volver a repetirlos en un futuro próximo o lejano.