En Code Studio nos gusta fijarnos en todos los detalles. Con el paso del tiempo y nuestra experiencia, hemos logrado crear nuestro sello propio, pero a la vez evolucionamos con el entorno, las tendencias y el gusto de nuestros clientes. Diseñar es nuestra pasión y se nota.
En Code Studio no diseñamos interiores para que una vivienda quede bien en Instagram. Lo hacemos pensando en el futuro, en su utilidad y en las personas que habitan ese hogar.
Por eso hoy queremos mostraros 4 errores que en nuestro estudio evitamos a la hora de diseñar un espacio y decorarlo.
1. Desechar las ideas de un cliente a la primera de cambio:
Antes de decir no a una propuesta planteada por un cliente, ¿y si mejor se proyecta la idea sobre el plano o render? Hay que jugar con ellos y adaptar la distribución hasta dar con aquella en la que todas las partes se sientan cómodas. En un gráfico siempre será más visual entender la viabilidad del planteamiento y más fácil será seguir adelante con una propuesta o rechazarla.
A menudo, un diseñador/a tiene muy claras sus ideas y no detecta las necesidades y expectativas del cliente que acude en busca de una respuesta. Por eso, involucrar al usuario en el proceso siempre puede ofrecer una mayor fluidez a la hora de llevar a cabo la reforma. Consensuar el proyecto final por todas las partes involucradas garantizará el mejor resultado.
2. Olvidarse del contexto y necesidades del cliente:
A la hora de diseñar un espacio hay que pensar en su conjunto. No solo en la parte práctica sino también hay que pensar en el contexto genérico en el que se va a realizar el trabajo. No es lo mismo que el cliente viva solo, a tener una casa acondicionada para una familia.
También es importante saber dónde vive el cliente y qué utilidad le va a dar a la vivienda o negocio: ¿es un apartamento en medio de una gran ciudad o es una casa de campo? ¿Para qué se va a utilizar? ¿Qué temperaturas hay en verano e invierno? ¿Cuál es la orientación del espacio? No hay que dar nada por hecho. Es imprescindible ordenar todas las piezas para conseguir que encajen a la perfección como un puzzle.
3. No pensar en la iluminación hasta el final
En muchas ocasiones, el mayor fallo es olvidarse de la iluminación y no pensar en ella hasta que prácticamente se ha terminado la obra. Al contrario de lo que parece, la iluminación (tanto la de obra como la decorativa) es un factor fundamental y debería ser el punto de partida para diseñar un espacio. Y es que hay que pensar en ella antes de plasmarlo incluso en un diseño o render. Qué temperatura y grado de calidez tiene la luminosidad de la casa, cómo vamos a conseguir que entre la máxima luz natural, dónde están las sombras y cómo vamos a darle claridad, qué importancia otorgaremos a cada rincón de una estancia con una luz u otra, para qué va a servir…
No es lo mismo que esté destinada a dar sensación de relax en una estancia de descanso, que para aumentar su intensidad en un lugar de trabajo o iluminar objetos importantes.
Continúa vigente la premisa: menos es más. La decoración tiene que tener una lógica en su totalidad. Cuantos menos muebles, objetos de decoración o complementos haya en las estancias, mayor equilibrio habrá en la vivienda.
4. Sobrecargar los espacios en lugar de aligerarlos.
Hay que preguntarse cuál va a ser el uso que se le va a dar a cada espacio y su objetivo. Es mejor ir acostumbrándose a la decoración poco a poco, que dejar que la mente se pierda entre demasiados muebles u objetos. Además, hay una cosa que a veces pasamos por alto: la decoración es flexible. Pasado un tiempo, ¡siempre puede cambiarse!
Ya lo dicen, la experiencia hace el maestro. En Code Studio llevamos años aprendiendo en cada proyecto, de cada cliente y espacio. No somos herméticos, nuestra mente y corazón son flexibles. La pasión ante todo, pero siempre sabiendo buscar la harmonía y equilibrio en cada una de las estancias.
¿Te gustaría informarte para diseñar o reformar tu vivienda? Contacta ahora con nuestro equipo y te asesoraremos.