En Code Studio Interiorismo charlamos con el fundador de esta marca artesana, Gary de la Fuente, para analizar desde el País Vasco su propuesta de diseño a medida
Bois et Fer nació en Donostia en 2012 casi por casualidad. “Nos mudamos a una nueva casa y, a la hora de reformar el comedor, lo que yo buscaba era un estilo de mueble que solo podías encontrar en Escandinavia”, recuerda el vasco Gary de la Fuente por teléfono, explicando que, gracias a su trayectoria en el terreno del diseño, decidió confeccionar el mobiliario él mismo a partir de madera y hierro. Y acertó: los amigos y familiares que pasaban por casa a menudo le preguntaban dónde había comprado las piezas. “Ahí vi que tenía sentido hacer una marca de muebles utilizando solo estos dos materiales”.
A la izquierda y derecha, la icónica estantería Aldaon (con una única balda de madera de roble) de la firma vasca Bois et Fer.
Según cuenta el fundador al equipo de Code Studio, la madera y el hierro tienen su razón de ser: los dos acumulan una larga historia dentro del País Vasco, pasando por la tradición en ebanistería o las míticas esculturas de Chillida. “En Bois et Fer queremos demostrar que apostamos por lo local”, asegura Gary, que elabora a mano todos los muebles de su firma en el taller que abrió en San Sebastián, donde al principio acudían allí los clientes. “Luego abrimos una tienda temporal en el centro, a modo de experimento, y en 2018 inauguramos la que hoy tenemos, ya de forma permanente, en la calle Hernani, 17”.
Justo al entrar en la tienda de Bois et Fer, lo que se aprecia es el interiorismo nórdico que Gary de la Fuente idea junto a sus piezas a medida.
Su espacio actual es un buen resumen de lo que Bois et Fer ofrece a medida, desde mesas, escritorios, estanterías, consolas o muebles auxiliares, con líneas puras y procesos artesanales, hasta la serie Aralar o la posibilidad de crear mobiliario propio desde cero. “Es una opción que llevamos tiempo desarrollando: los clientes nos plantean el mueble que tienen en mente y nosotros lo diseñamos personalizándolo al detalle”, apunta Gary, para el que este servicio, además, ha supuesto una evolución. “Es el propio cliente el que, con cada encargo, nos obliga entre comillas a ser creativos e idear muebles desde perspectivas distintas”.
En la imagen, el aparador Aia se plantea como la pieza perfecta para acompañar, estética y funcionalmente, las estancias de cualquier interiorismo.
En la tienda se incluyen a la vez propuestas de decoración. “Siempre nos preguntamos cómo podemos acompañar nuestros muebles, y seleccionamos los complementos en base a lo que nos gusta”, reconoce el vasco a Code Studio. “De hecho, lo que puedes ver en la tienda es lo que podrías encontrar en mi casa”. Su catálogo, también disponible en la web, incluye obras casi siempre originales, con una predilección por nombres locales, y hasta diseños muchas veces históricos. Como la silla Torii de la firma italiana Bensen, la mecedora Rocking que idearon Charles y Ray Eames en 1950 (hoy la produce Vitra) o la lámpara Cestita de Miguel Milá (editada por Santa & Cole).
También hay mantas de Suecia en lana 100% ecológica, velas hechas a mano en Francia, vajillas vascas y cera de Louis XIII para limpiar la madera de los muebles de Bois et Fer. Un material que seguirá en la marca a largo plazo, según opina Gary, aunque distanciándose del barniz natural y con ciertas licencias. “Poco a poco vamos a ir sacando muebles que no solo incluirán madera o hierro, sino también piedras naturales”, avanza. “Estamos modificando el estilo de Bois et Fer, lo cual es lógico. Han pasado ya ocho años desde que la fundamos. Ahora somos más adultos, y nuestros gustos evolucionan a medida que crecemos”.
A la izquierda, la estantería Lakarri adopta la misma austeridad formal que la mesilla Ausa, a la derecha, perteneciente a la serie Aralar.